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Pese a la firma del contrato con China, aseguran que el crédito de Atucha III está lejos de cerrarse

Fuentes allegadas afirmaron a EOL que la celebración oficial fue una puesta en escena por el viaje de Alberto y ponen en duda el inicio de la obra para este año.

Hubo acto, foto, firma de contrato, festejos y hasta declaraciones rimbombantes para calificar a la jornada como “histórica”. Sin embargo, para que la cuarta central nuclear argentina comience a construirse este año como afirmaron las autoridades políticas en las celebraciones de la semana pasada, todavía falta un paso clave que está lejos de cerrarse: el acuerdo por el financiamiento.

“Esto es el contrato de obra, de suministro, que se firma con la constructora. Ahora viene la instancia más importante que es conseguir el financiamiento y hoy estamos muy lejos. Te diría que no lo veo que se consiga para este año”, afirmaron a EOL fuentes allegadas a las tratativas con China.

Como pasa en la mayoría de las áreas del gobierno, aquí también hay una fuerte interna y muchos se oponen a la central por la dependencia tecnológica que genera con el gigante asiático y el poco desarrollo de la industria local, que prefería la construcción de una central de tipo Candú.

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Mientras que IEASA es uno de los sectores más interesados en el avance de la misma, en el núcleo presidencial no están tan seguros de que sea la mejor alternativa. “Lo están usando más como carta de negociación para traccionar los acuerdos que más interesan con China como el swap. Además, el hecho de que sea cash deja de lado la discusión del pensamiento estratégico y el debate por la política energética”, sostienen.

Es que, en un contexto de reservas netas prácticamente agotadas como el actual, el ingreso de más de 8.000 millones de dólares adquiere una importancia mucho mayor que el objeto de la obra en sí mismo.

Lo concreto es que, más allá de las discusiones locales, China está esperando el cierre de las negociaciones entre Argentina y el FMI, para tener un parámetro más claro del perfil de obligaciones del país y el rumbo hacia el cual se dirige, sin lo cual difícilmente entregue tamaña suma.

Aquí entra a jugar la compleja experiencia con las represas de Santa Cruz, que se vieron paralizadas durante el macrismo y ahora se está haciendo cuesta arriba su reflote porque las demoras en la construcción hicieron que ya empiece a correr el período en que hay que devolver el préstamo.

En este caso podría suceder algo parecido, con el agravante de que se trataría de casi el doble del dinero a desembolsar. Por lo tanto, los vencimientos también serían mucho más altos. A su vez, la posibilidad de que la obra se demore y se llegue al 2023 con el riesgo de un cambio de gobierno que no mire con buenos ojos su continuidad, también es un factor que está siendo evaluado por Beijing.

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De concretarse, sería la primera central nuclear en construirse de cero desde 1981 y más allá de la poca integración local, representaría una bocanada de aire fresco para todo el complejo tecnológico nuclear argentino, que esta esperando este momento desde los anuncios de aquel viaje que protagonizaron Cristina Kirchner y Julio De Vido en el 2014.

“Es un hecho histórico por el que esperamos muchos años para que se concrete. El hecho de tener a China como socio de la cuarta central para la Argentina es una ventana a la multipolaridad y, por otro lado, también significa tener una locomotora para el sector nuclear. Las centrales nucleares siempre significaron convergencia, procesos de acumulación y escalamiento de capacidades empresariales, institucionales y organizacionales. Como ya explicaba Jorge Sabato, cuando la compra de tecnología se inserta en una política industrial y energética clara es también autonomía, porque se inserta en procesos virtuosos y en modelos de desarrollo”, dijo el vicepresidente de CNEA, Diego Hurtado de Mendoza.

“Para la Comisión Nacional de Energía Atómica, que es el corazón de la investigación y desarrollo del sector nuclear, esta es una oportunidad única para recuperar un lugar de protagonismo, en especial en el proceso de transferencia de tecnología de los combustibles nucleares para Atucha III”, agregó.