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Tailandia y Perú: los dos grandes derrames de petróleo con los que empezó el 2022

Los accidentes fueron catastróficos y se agregan a la lista de los más graves del siglo. Por qué ocurrieron, cuál es el balance y qué se ha hecho al respecto.

Ha pasado tan solo un mes desde que inició el año, y ciertas petroleras offshore ya aparecieron en las primeras planas de algunos medios de comunicación en el mundo. Hasta ahora, Tailandia y Perú son protagonistas de los accidentes que han provocado estragos ambientales en el océano vertiendo, en conjunto, mil toneladas de crudo. En otras palabras, equivale a tirar al mar seis obeliscos enteros.

Los derrames cubren una extensión casi tan grande como la ciudad de Mar del Plata. Además del tamaño, la contaminación del agua generará efectos que tardan más de diez años en resarcirse. “Cuando el petróleo toca el agua, parte del crudo flota en la superficie y refleja la luz del sol, lo que impide que la luz llegue a los animales que viven ahí. Evita la fotosíntesis de los vegetales marinos que a su vez son la base alimenticia de la mayoría de los peces”, informa en Higinio Jacinto Soto, Ingeniero Químico de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en Perú.

El derrame de Repsol en “La Pampilla”

El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) del gobierno Nacional de Perú emitió este lunes un comunicado en el que obligaba a la empresa petrolera, Repsol, a detener su actividad de carga y descarga en La Pampilla, refinería que derramó miles de barriles de petróleo a las costas peruanas.

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“La medida adoptada por OEFA se realiza frente al riesgo de que existan nuevos derrames que puedan afectar el mar y ecosistemas marinos sin que puedan ser adecuadamente controlados por la empresa”, informa el Organismo en un comunicado hace unos días.

Al menos por 10 días o hasta que “se comprueben medidas contundentes de la empresa”, la actividad comercial de la refinería “La Pampilla” se ha reducido sustancialmente, lo que ha encendido y ha contrapuesto a la opinión pública.

Este martes, el Ministerio de Ambiente informó que en los próximos días visitará las instalaciones de Repsol para constatar que la solicitud gubernamental se está llevando a cabo. Esta consiste en controlar el derrame de la refinería y generar medidas contundentes para evitar otro incidente.

¿Cómo fue el accidente?

Todo se resumió en una combinación de desastres naturales y errores en la alarma de tsunami. Así lo detallaron los medios limeños el domingo 16 de enero, un día después del accidente. El volcán Toga había explotado y los consecuentes sismos provocaron que “olas gigantes” llegaran a las costas peruanas mientras trabajadores de la empresa Repsol descargaban barriles de crudo del buque italiano Mare Dorium. Según diarios locales, las alarmas contra tsunamis no sonaron a tiempo a diferencia de Ecuador y Chile.

El mismo domingo, la empresa petrolera española reportó un derrame debido al “oleaje violento”, pero informó que “rápidamente había sido controlado por los brigadistas” de la empresa. El martes siguiente, el ministro de Ambiente, Rubén Ramírez, aseguró se habían tirado seis mil barriles de petróleo al mar, y que la multa que podría recibir la subsidiaria de Repsol ascendería a unos 35 millones de dólares.

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En este momento el derrame se ha extendido 18 mil metros cuadrados lo que afectaría “la Zona Reservada de Ancón y parte de la reserva nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras. Estos sitios son considerados zona de refugio de aves marinas que producen guano, un abono natural cuya demanda creció en 2021 ante el incremento del precio de los fertilizantes importados”, asegura el Ministerio de Ambiente peruano.

Tailandia y uno de sus derrames más severos del siglo

Desde 2013 que el país no experimentaba un derrame de tan grandes magnitudes. Quince días después del incidente en Perú, descubrieron una fuga masiva de crudo proveniente del oleoducto submarino de la empresa estatal Star Petroleum Refining Public Company Limited. Resulta que la fuga había comenzado seis días antes de ser descubierta.

Hasta ahora se cuenta una cantidad de crudo equivalente a 60 mil barriles de petróleo que se ha extendido 50 kilómetros a la redonda por las costas del este tailandés. En respuesta a la marea negra, las autoridades tomaron medidas de prevención: La playa de Mae Ram Phueng fue cerrada a la población. Mientras tanto, se han iniciado las labores de limpieza.

El ministro de Recursos Naturales y Medio Ambiente, Varawut Silpa-archa dijo que es crucial tratar de prevenir que la masa más grande de petróleo llegue a las costas de Ao Prao, una pequeña bahía en Koh Samet, que es una isla turística reconocida por sus complejos vacacionales. “Si el petróleo llegara al interior de esta área, podría impactar en la playa y causar graves daños a los corales de aguas poco profundas”, dijo Varawut en conferencia de prensa.

Greenpeace lamentó la elevada frecuencia de este tipo de incidentes en el país: entre 1974 y hoy, 240 derrames de hidrocarburos han sido contabilizados en Tailandia. Hasta ahora la política es de contención para evitar la continua expansión del crudo. De no ser así, las autoridades prevén golpes fuertes al turismo, uno de los sectores más importantes del país.

Como si fuera poco, a estos dos grandes accidentes se agrega la explosión de un enrome buque plataforma petrolero offshore en Nigeria durante los primeros días de febrero, donde todavía se están calculando los daños.