Inicio Ambiente Un repaso de la COP 26 ante un nuevo reto para luchar...

Un repaso de la COP 26 ante un nuevo reto para luchar contra el cambio climático

La COP 26 dejó varios aciertos que deben continuar discutiendo este año, pero también hay temas fundamentales que el año pasado se dejaron de lado y que se deben retomar en los debates del 2022.

El domingo pasado comenzó la COP 27 en Sharm el-Sheij, Egipto, y después de un sinuoso año para el compromiso climático, esperan que esta conferencia cambie el panorama actual dentro de las negociaciones climáticas. La Argentina fue una de las principales partes exigentes del financiamiento climático, sin embargo, quedó en deuda por la falta de una hoja de ruta para la transición energética. Misma que publicó días antes del inicio de la COP. Pero antes de hablar de lo que pasa y estará pasando en las semanas venideras, es fundamental recordar cuáles fueron los puntos centrales de lo que sucedió hace poco más de un año en Glasgow, durante la COP 26.

En lugar de hablar de fracaso o éxitos, la COP en Glasgow dejó avances en temas como limitar la temperatura a 1,5° (no a 2,0° como se había planteado antes), la reducción del uso del carbón como fuente de energía, compromisos de reforestación e incluso el reglamento para el artículo 6° del Acuerdo de París que precisa el cómo funcionarán los mercados de carbono. Sin embargo, para muchos analistas, la conferencia dejó mucho que desear en puntos fundamentales que durante esta conferencia, requieren de resolver.

Principalmente, los temas menos trabajados tienen que ver con el financiamiento para la transición energética de países en vías de desarrollo, avanzar en la discusión los hidrocarburos como medio de transición y agregar en la mesa del financiamiento el debate sobre “pérdidas y daños”, algo que durante la COP 26 evitaron hablar, con increíble esfuerzo, las naciones desarrolladas. Aquí el balance.

Acuerdos logrados durante la COP 26

Eliminar el carbón

Uno de los temas más trascendentales que la COP 26 dejó fue el debate acerca de los compromisos para reducir la generación de carbón y gas metano en el planeta. Por primera vez en la historia se habló explícitamente de eliminar el carbón como fuente de energía. La discusión comenzó con filo inédito.

Las partes hablaban de la eliminación total de esta fuente fósil, sin embargo, India pidió una última modificación a aquella declaración. Después de la intervención, el compromiso terminó siendo una reducción progresiva del uso del carbón y una eliminación (también progresiva) de los subsidios a la energía en el país. A este acuerdo se suscribieron 23 nuevos países entre los que destacan Indonesia, Vietnam, Polonia, Corea del Sur, Egipto, Ucrania y Chile.

Por otro lado, 11 países decidieron llegar aún más lejos y se comprometieron a poner fin a nuevas concesiones de petróleo y gas. Dos hidrocarburos de los que pocos países se animaron a discutir.

Plan de Acción Integral sobre el Metano

Por otro lado, el compromiso global por el metano fue una iniciativa impulsada por los gobiernos de los Estados Unidos y la Unión Europea. Se nombró Plan de Acción Integral sobre el Metano y su objetivo fundamental es reducir las emisiones globales al menos un 30% para el 2030.

Hay que recordar que este gas tiene la capacidad de almacenar 25 veces más calor que el dióxido de carbono, y la principal fuente de metano es la ganadería. Por lo mismo, 105 países que incluyen a la Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Perú y Uruguay, firmaron dicho acuerdo. Por lo que en sus estrategias nacionales de mitigación deberían incluir este punto.

Declaración de Glasgow de los líderes sobre los bosques y el uso de la tierra

Fueron 141 países los que se comprometieron a terminar con la pérdida de bosques y la degradación de los suelos en 2030. Declaración a la que la Argentina también se suscribió el año pasado. Aún así, varias organizaciones ambientalistas han criticado que una de las principales leyes que atienden esta situación, La Ley 26.331 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos, ha sido consecuentemente desfinanciada.

Además de la Argentina, otros países como Brasil, Chile, Colombia, México, Ecuador, Costa Rica también se suscribieron. Según el último reporte del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) determinó que una de las mayores causas de emisiones en América Latina es la pérdida forestal.

Reglamentación del artículo 6°

Fueron cuatro años de discusión antes de que el artículo 6° del Acuerdo de París recibiera reglamentación para que pudiese implementarse. Este artículo hablaba fundamentalmente de un tema: los mercados de carbono. Este punto llevó tanto tiempo de discusión porque es de los más delicados en el sector. Este artículo es el que pone las reglas del juego para comprar o vender bonos de carbono. En otras palabras que tanto gobiernos como empresas contaminantes pueden pagar por acciones de reducción de emisiones.

La discusión de este artículo giró por cuatro años en torno a cómo se deben registrar estos bonos. Una de las principales preocupaciones es que existiera un double counting. O sea que si una empresa le compraba a un gobierno créditos de carbono (unidad para medir la reducción de emisiones como transacción económica), solo una de las dos partes podría declarar esos créditos en su Contribución Determinada a Nivel Nacional  (NDC por sus siglas en inglés) de reducción de emisiones de efecto invernadero.

No obstante, el texto parece dejar algunos cabos sueltos. Según la organización argentina Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), el texto da lugar a que haya una suerte de mercado paralelo con créditos no autorizados. O sea que el texto no precisa qué hacer en casos de acciones de mitigación no declaradas por los gobiernos en turno. En tal caso, la organización advierte que podría haber dobles conteos de NDCs.

Lo que quedó pendiente

Principalmente, pendiente quedó el financiamiento. El financiamiento prometido por los países desarrollados para impulsar la transición energética en países en vías de desarrollo. Eran 100.000 millones de dólares anuales desde el 2020 hasta el 2025 que naciones encabezadas por Estados Unidos, Inglaterra y la Unión Europea habían prometido.

Sin embargo, durante la COP anterior, fue un tema evadido por aquellos mandatarios. Uno de los momentos más representativos fue cuando el expresidente de los Estados Unidos, Barack Obama se subió al podium y dio un discurso emotivo e inspiracional, que ni siquiera de forma figurada, tocó el financiamiento.

El gobierno argentino fue uno de los principales demandantes de dicho financiamiento. “No vamos a bajar los brazos y volveremos a plantear la discusión para que los países más ricos cumplan con los compromisos que asumieron, pero tienen que entender que cada minuto que se pierde es tiempo que no se recupera para enfrentar la crisis climática”.

El gobierno también planteó la posibilidad de un “canje de deuda” por acción ambiental. Un tema que no fue sustentado por muchos países durante la conferencia. No obstante, durante este año, los países en vías de desarrollo pretenden poner este punto como central dentro de las discusiones. No solo para exigir el pago, si no también para incrementar el monto.

También se pretende agregar un tema más sobre la línea del financiamiento: pérdidas y daños. Este punto se refiere a todas las afectaciones que el cambio climático ya ha generado en decenas de países y que ha provocado la muerte de miles de personas. Inundaciones como las de Pakistán e Indonesia, sequías como las de Somalia y México son parte de estas consecuencias y dentro de las discusiones en la COP 27 se busca retomar este punto. Por otro lado, otro de los temas a atender es sobre los compromisos no cumplidos. Tanto los países del G20 y G7 dejaron de lado los compromisos de reducción de emisiones que habían anunciado durante la COP 26. De la región, Argentina, Brasil y México son los que menos compromisos cumplieron. Por el contrario, Costa Rica, Colombia y Chile han sido el ejemplo en América Latina.