El reporte indica que, en 2030, la reducción en las emisiones de gases de efecto invernadero presentarán un avance del 1% en comparación con los niveles de 2010.
La ONU dio a conocer el Informe de Síntesis de los Compromisos Nacionales de Reducción de Emisiones, en el que presenta un diagnóstico de lo hecho por los países, según lo resuelto en el Acuerdo de París, cinco años atrás, y los compromisos a futuro. Las nuevas no son buenas. El reporte indica que fueron pocos los países que presentaron contribuciones sustanciosas en este primer lustro y que la urgencia por medidas drásticas es cada vez mayor.
Se toma como parámetro las NDC, es decir, las contribuciones determinadas a nivel nacional, que constan de compromisos y objetivos trazados. Su revisión cada cinco años supone un seguimiento de la actuación de cada país en pos de disminuir en forma considerable las emisiones.
El objetivo final, tal como se estipuló en París, es mermar el avance del calentamiento global y lograr que la temperatura mundial en este siglo esté muy por debajo de los 2° C. En esta primera presentación, actualizada hasta el 31 de diciembre, el saldo está muy lejos de ser positivo.
El informe señala que los rangos de reducción de las emisiones marcan que, para el 2030, estos rondarán el 1% (en comparación con niveles de 2010). La mala señal, a todas luces, pasa por el hecho de que la reducción debería ser del 45%, para que no sea un escenario sin retorno.
También detalla que las 75 partes que realizaron una presentación representan cerca del 40% de la totalidad de las partes comprometidas en el Acuerdo de París y son el equivalente a un 30% de la totalidad de las emisiones de gases de efecto invernadero.
En uno de sus puntos, el reporte indica que, a partir de la implementación de los objetivos comunicados en esta reciente actualización de los NDC, se proyecta que el total de emisiones a nivel global será de 14,06 gigatoneladas de CO2 en 2025, y de 13.67, en 2030. Esto significa que, para 2025, se estima una reducción de las emisiones 0,3% menor que lo acordado por las partes en París, mientras que, en el 2030, el compromiso de disminución de las mismas sería 2,8% menor.
Cuesta enfocarse en los avances individuales de algunas de las partes, cuando la tarea mayor y conjunta está a un abismo de lograr un aminoramiento significativo de una problemática que se hace más acuciante a medida que pasa el tiempo.
“Solo 2 de los 18 mayores emisores, la UE y Reino Unido han actualizado su compromiso de contribución en 2020 con un fuerte incremento en sus objetivos de reducción. Otros de los mayores emisores han presentado compromisos con incrementos mucho más bajos o no los han presentado todavía”, detalla el informe. China y Estados Unidos, los dos países con mayores emisiones en la actualidad, aún no hicieron ninguna presentación.
Australia, Brasil –principal emisor de nuestra región–, Japón, México, Nueva Zelanda, Rusia, Corea del Sur, Suiza, Vietnam y Singapur son los países cuyas NDC no cumplen con el requisito de presentar aumentos en el nivel de ambición climática, según indica Climate Action Tracker, un órgano independiente del informe de investigación de la ONU.
Por otra parte, la ONU también remarca que, si bien la pandemia fue mencionada por una gran parte de los países, la mayoría de ellos no reflejaron su potencial impacto en sus NDC. Los efectos a largo plazo en los cambios de las emisiones de GEI, a nivel nacional y global, entienden que dependerán de la duración de la pandemia y de la naturaleza y escala de las medidas de recuperación.
Alok Sharma, titular de la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, dijo que “este informe debe servir como un urgente llamamiento a la acción, y pido a todos los países, especialmente a los principales emisores, que presenten objetivos ambiciosos de reducción de emisiones para 2030. Debemos reconocer que el margen de tiempo para proteger nuestro planeta se está reduciendo rápidamente”.
