Inicio Actualidad Energía en deconstrucción: la mujer gana poder en un sector hegemónicamente masculino

Energía en deconstrucción: la mujer gana poder en un sector hegemónicamente masculino

Áreas de mantenimiento de una empresa, instalación de un parque solar o la operación de una central eléctrica, son tareas que muchas veces se las asocia a los hombres. Justamente cuando aparecen noticias sobre el tema, pocos cascos representan a mujeres. 
Asociación de Mujeres de Energía Sustentable en Argentina (AMES)

Pocas mujeres son las que deciden estudiar carreras relacionadas con la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas -menos del 15% en la mayoría de los países- y de esas pocas, el porcentaje que llega a desarrollarse profesionalmente en el sector energético es aún menor. Durante mucho tiempo este sector estuvo vinculado a los hombres y a la industria pesada y dura. Por suerte, aunque muy lentamente, esta idea va evolucionando. 

AMES es la Asociación de Mujeres de Energía Sustentable en Argentina que nace como idea durante el 2017 y 2018 entre un grupo de mujeres del sector con una misma necesidad y termina formándose como asociación en el 2019. Es un grupo de mujeres tanto de ámbito privado como público y de todo el país, que trabaja en distintas comisiones en búsqueda de la equidad de género en el sector sustentable de Argentina. 

El sector energético, en particular, engloba una actividad muy masculinizada donde siempre hay minorías de mujeres en las mesas de trabajo y en el interior del país este efecto es mayor, tanto en renovables, eficiencia energética y ni hablar de Oil&Gas. “Es una necesidad que fuimos viviendo en conjunto en carne propia”, comenta Sofía Kloster Erize, una de las socias fundadoras de AMES en una entrevista con Noticias Positivas. “Siempre nos encontrábamos las mismas mujeres en el sector de energía en general, y de alguna manera nos fuimos haciendo el comentario y surgió que teníamos que hacer algo para potenciar el rol de las mujeres”, agrega en ese sentido la ingeniera Florencia Hoffmann, secretaria de la asociación y Ex-Gerente General de la Cámara Argentina de Energías Renovables (CADER)

Cabe destacar también, que el sector energético en general, demanda mucha ingeniería como electromecánica, mecánica, carreras que tal vez las mujeres no abordan tanto, a diferencia de industrial, química y ambiental, donde tal vez hay más casos. De por sí hay pocos ingenieros en estas profesiones y mucho menos mujeres. La ingeniera Regina Ranieri, quien también forma parte del miembro directivo de AMES Argentina señala que “muchos empresarios nos comentaban que no es que no toman mujeres, sino que en las postulaciones no se presentan porque hay menos, por eso también trabajamos en AMES en fomentar las carreras vinculadas”.

AMES Argentina participando en el Global Wind Energy Council.

Oportunidades de empleo y salarios

Entre las actividades que realizan desde AMES, actualmente están trabajando en generar una bolsa de empleo: “Tratamos de promocionar los perfiles de las mujeres que estamos vinculadas en el sector energético y buscar facilitar el acceso a las búsquedas circundantes. Por ejemplo, pusimos en evidencia que en el Comité Ejecutivo de YPF no había ninguna mujer”, sostienen.

Asimismo, Kloster Erize explicó a EOL que están desarrollando un relevamiento de datos a nivel nacional con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo enfocado a las empresas de generación de energía eléctrica del país (89 empresas relevadas). La encuesta es para entender cual es la percepción de género que hay en los lugares de trabajo y está destinada a que la completen todos los géneros, de manera individual y anónima. 

En cuanto a la disparidad salarial, si bien no hay datos oficiales, por lo menos en Argentina, se pueden observar dos aspectos influyentes. “Por un lado, la mujer negocia menos, es más normal que el hombre exija condiciones salariales mejores que la mujer no se anima tanto a discutir porque está un poco en nuestra psiquis, lo que llamamos el síndrome del impostor. Por otro lado, vimos que hay una tendencia a un desacelere productivo de la mujer entre los 30 y 40 años, cuando empiezan a tener familia y pausan su carrera, encontrándose en desventajas con el hombre, que en esos años continuó trabajando, estudiando y progresando, mientras que la mujer cuando se reincorpora, está en el mismo lugar que hace unos años”, destaca Ranieri. 

De esta forma se genera una diferencia salarial y profesional para dos personas con una misma edad, misma profesión y carrera laboral. Sin embargo, hay otros países en que se pueden elegir las licencias en la pareja, aunque por lo general, la toman las mujeres ya que su salario es inferior. Claramente, estos temas son parte de un cambio de paradigma que ya estamos viviendo y deben ir acompañados de una legislación que lo respalde, en el cual se brinden iguales posibilidades para incorporar a las mujeres capaces en estos puestos. 

De acuerdo a las Naciones Unidas, existe una brecha salarial de género estimada en un 23%. Es decir que por cada dólar que gana un hombre a igual trabajo la mujer gana 0,77 centavos, por lo que se necesitarían 257 años para llegar a la igualdad salarial en el mundo. “La brecha salarial de género es una forma de discriminación. Para avanzar en el desafío de cerrar esta brecha es necesario sensibilizar a todos los sectores dando lugar al debate, al intercambio de conocimientos y al uso de los casos de éxito. Es fundamental que tanto los gobiernos como el sector privado realicen esfuerzos visibles para lograr la igualdad salarial”, concluye Hoffmann.

AMES Argentina

Mujeres en renovables

Según un informe de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) publicado en 2018, las mujeres representaron sólo el 32% de los puestos de trabajo provenientes de las energías renovables, siendo un porcentaje considerablemente mayor que el 22 % de la media en la industria del petróleo y el gas a escala mundial. Aun así, la participación de mujeres en las renovables es mucho menor en los puestos de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas que en los puestos de administración. 

Participación de mujeres en renovables. Fuente: IRENA

Mundialmente los porcentajes son similares, incluso en España que tiene mucha más potencia instalada de energías renovables que Argentina. A su vez, nuestro país bajó muchísimo la demanda de empleo por la recesión económica profundizada por la crisis de la pandemia y por el detenimiento de la industria renovable.

“La pandemia ha tenido un efecto muy fuerte en especial sobre las mujeres, hay varias cifras que muestran que las mujeres están en mayor situación de vulnerabilidad, están perdiendo más rápido sus empleos, les cuesta más mantenerlos, están teniendo en mayor proporción las tareas de cuidado del hogar y todo ello hace que le sea más complicado tener sus recursos económicos para atravesar esta reactivación económica de post pandemia”, indica Hoffmann.