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GNC, la alternativa a corto plazo para reducir las emisiones del transporte en Argentina

Su elevada penetración por todo el país la posiciona como la tecnología ideal para liderar la transición vehicular hasta que se consolide el desarrollo de la electromovilidad.
Model Tector de IVECO, a base de de GNC.

Mientras que en la mayoría del mundo el camino hacia una movilidad sustentable está liderado por la electrificación, en Argentina no son pocos los que señalan las ventajas de la utilización del GNC.

Con una matriz eléctrica aún poco diversificada –que recién en 2025 debería llegar a un modesto 20% de participación de renovables–, el desarrollo de la electromovilidad no provocaría una drástica reducción de emisiones de dióxido de carbono en relación al gas natural, principal insumo de la generación eléctrica en el país por estos días. Al mismo tiempo, demandaría un elevado costo en términos logísticos para modificar todo el sistema de repostaje y la dependencia tecnológica obligaría a tener que importar la mayoría de los componentes.

Por el contrario, como Argentina fue uno de los países pioneros en el desarrollo del GNC desde la década de los ochenta, ya cuenta con una vasta infraestructura a lo largo de todo el país y una aceitada cadena de proveedores. “Hay disponibilidad de infraestructura y mano de obra capacitada para el mantenimiento de las unidades de transporte, haciendo posible para las empresas la implementación de vehículos que utilizan este tipo de combustible”, subrayan los especialistas.

Si bien se trata de una solución para el uso urbano a raíz de su reducida autonomía para poder hacer grandes distancias -mismo limitante que presentan los autos eléctricos- su principal virtud pasa por la posibilidad de concretar cambios significativos a corto plazo que tengan un rápido impacto en la emisión de gases contaminantes.

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Su uso reduce en más de un 80% la emisión de dióxido de carbono y dióxido de azufre, así como la ausencia de hollín y micropartículas en el aire. Daniel Vilches, titular de la Sociedad de Transporte de Mendoza (STM), sostiene que las mediciones ambientales marcaron “una la reducción fue de entre 50 y 60% en azufre, CO2 y micropartículas”, y agregó que “la matriz energética de la región está cambiando; eso nos hace pensar que el GNC puede ser una alternativa para el transporte público de pasajeros en la provincia de Mendoza y en la Argentina”.

Como destacó el último informe ambiental de la ONU, los efectos del cambio climático ya llegaron a un nivel crítico que requiere de medidas urgentes. Y, a este ritmo, la expansión de vehículos eléctricos a todo el parque automotor y sustentados en un 100% de energía renovable con suerte podría verse para el 2050 en nuestro país.

En diálogo con EOL, Lucas Woinilowicz, gerente de Desarrollo de Negocios de Scania Argentina considera que “el futuro claramente será con vehículos eléctricos, pero para ese futuro faltan entre 20 y 25 años”. “En esa transición –agregó–., se aplicarán primero vehículos con otros combustibles alternativos como el gas, tanto GNC como GNL, luego pasaremos al biogás, y en el futuro llegaremos a vehículos eléctricos”.

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La mirada empresarial para el transporte pesado

Desde IVECO, empresa que desarrolló el primer camión a GNC en su polo industrial ubicado en la ciudad de Córdoba, en 2020, indican que, en términos de prestaciones, la performance de los camiones a gas es similar a la de sus pares a diésel. “Dado que el gas es un recurso disponible en nuestro país, contamos con una red de distribución que cubre gran parte de la Argentina y continuaremos trabajando ya que sabemos que la tecnología y las posibilidades con el gas aún son muchas y ya están disponibles en el mercado”, señalaron desde la terminal.

Su modelo Tector funciona a GNC y cuenta con seis tanques –cada uno con una capacidad de 80 litros–, lo que le otorga una autonomía aproximada entre 350 y 400 kilómetros. A su vez, ofrece potencia y bajo nivel de emisiones gaseosas y sonoras, lo que resulta ideal para las tareas urbanas.

“La adquisición de una flota de camiones a GNC es un ejemplo claro de la importancia que tiene para NRG Argentina la incorporación de tecnologías y buenas prácticas que tengan en cuenta el cuidado del ambiente, al tiempo que brindan las soluciones que los clientes necesitan”, dice César Güercio, CEO de la firma NRG Argentina S.A., luego de adquirir 100 unidades de Stralis NP Cursor 13 a GNC.

Tras haber concretado la operación más grande de la región en unidades con combustibles alternativos, Márcio Querichelli, líder de IVECO en América del Sur, destacó que “la tecnología de nuestros productos logra introducirse de una manera económicamente sustentable permitiendo el desarrollo de soluciones de transporte en Argentina, un país con grandes oportunidades y un promisorio futuro energético”.

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Por su parte, Scania cuenta dentro de su porfolio con productos que cubren todas las alternativas y opciones posibles de utilización de la energía: vehículos 100% eléctricos, híbridos (con motores diésel y eléctricos), impulsados a hidrógeno, y toda la gama de motores que emplean combustibles alternativos (gas y biogás).

La iniciativa incluye una flota de 26 unidades con distintas configuraciones, que son prestadas a clientes o potenciales compradores para ser utilizadas en sus operaciones cotidianas. Las opciones abarcan modelos para larga distancia, bitrenes, cereales, combustible, off-road y construcción, además de alternativas a gas para larga distancia y distribución urbana.

“El ahorro con el gas está en el orden del 40% frente al diésel. En un año, eso se acerca a los 20 mil dólares por camión, incluyendo el aditivo reductor catalítico -ya que los vehículos a gas no requieren de su uso-”, contó Martín Sundblad, de Lomex S.A., una empresa que adquirió dos unidades Scania Green Efficiency, diseñadas para funcionar exclusivamente con combustibles alternativos, entre los que se encuentran el gas (GNC y GNL) y biogás.

“Hace cuatro años venimos realizando reportes de sustentabilidad. Estamos adheridos y apoyamos al Pacto Global de las Naciones Unidas y buscamos, con las tecnologías actuales, tener un impacto positivo en el medioambiente”, cuenta Juan Novara, socio y co-fundador de NB Cargo, que ofrece servicios para firmas como Arcor, Unilever, Kimberley-Clark, Molinos, Correo Argentino, Grupo Peñaflor y Pepsico.

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“Una de las mejores posibilidades que encontramos fueron estos camiones a GNC que cumplen con las normas Euro 6 y que mejoran mucho nuestros indicadores medioambientales”, describió.

Por otro lado, Transporte Guagliano adquirió su primer vehículo Scania hace varios años, con la compra de un 111 modelo 1980. Dedicado históricamente al transporte de siderurgia nacional e internacional, la empresa incursiona en el transporte de contenedores hacia la terminal portuaria de Rosario desde el centro y norte del país. “Consideramos este paso parte de una importante evolución, de la cual formarán parte, tarde o temprano, todas las empresas de nuestro país”, señala Alfredo Guagliano, titular de la firma.

Desde el Observatorio de Logística Sustentable (OLS), indican que a nivel practicidad, el gas natural es la mejor opción para la implementación de combustibles más sustentables y es la tendencia mundial para el reemplazo del diésel.

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Además, destacan que ofrece importantes mejoras en los niveles de contaminación sonora, haciendo que los vehículos se vuelvan más amigables para la circulación nocturna y en ciudades que comienzan a controlar el impacto de las actividades económicas en el medio ambiente.

Ya sea por mejorar la rentabilidad, la dinámica, o por un compromiso creciente con la reducción de la huella de carbono, todo indica que la actividad que mueve la economía del país, la logística, avanza hacia un sistema sustentable donde la alternativa inmediata, hoy, es la transición al GNC, pero evolucionará rápidamente hacia el GNL, hasta lograr la electromovilidad. En ese sentido, como país gasífero, con un 53% de la matriz energética a gas natural, la Argentina además de poseer capacidad para abastecer su industria y servicios, tiene la oportunidad de convertirse en un principal proveedor de gases para el mundo.