El gremio de petroleros no llega a un acuerdo con las cámaras empresariales y el conflicto comienza a escalar. Al momento, el incremento alcanzado en la paritaria 2020 es de 15%.
El secretario general del Sindicato de Petroleros Privados de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Guillermo Pereyra les volvió a remarcar a las cámaras empresariales del sector que la negociación de las paritarias del 2020 no está saldada, y que no avanzarán hasta antes se discuta la actualización salarial de este año.
“No quieren volver a hablar del 2020, pero bueno, los argumentos fueron claros, así que hay que hablar del 2020. Jamás nadie puede pensar que podemos dar cerrada una paritaria solo con un 15% de aumento”, dijo Pereyra luego de reunirse con la Cámara de Empresas Productoras de Hidrocarburos (CEPH) y la Cámara de Empresas de Operaciones Petroleras Especiales (CEOPE).
Consciente de que, si se abren las paritarias de este año, cualquier discusión salarial en torno al año pasado podría caer en el olvido, Pereyra esgrime que no avanzarán hasta que el 15% otorgado por las empresas se actualice y no significa una pérdida salarial para los trabajadores. Según el INDEC, el IPC registró un incremento general del 36,1% acumulado a lo largo del 2020.
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Las reuniones entre ambas partes ya llevan varias semanas y aún no logran un acuerdo. Si bien el sindicato aún no habla de llevar adelante medidas de fuerza, los antecedentes de conflicto y diferencias entre el gremio y las empresas –que en octubre pasado llevaron a que el Ministerio de Trabajo dictase la Conciliación Obligatoria– son demasiado recientes como para descartar la posibilidad de un paro general, de no haber acuerdo.
“Nosotros no queremos partir en la paritaria para adelante sin primero mirar hacia atrás porque nos están debiendo plata, lo hemos manifestado con crudeza en las reuniones paritarias que hemos tenido. Los compañeros trabajadores no tienen por qué regalarles plata a las empresas”, agregó Pereyra.
Ya finalizado el Acuerdo de Sustentabilidad y Empleo –que, según indicaron desde el gremio, lo firmaron pura y exclusivamente a modo de evitar despidos–, el contexto es otro, entienden. “Para abril habíamos fijado 50 equipos trabajando, hoy ya los tenemos entre perforadores, workover, pulling y fractura. Vamos recuperando la actividad, tal cual nos habíamos propuesto”, señaló Pereyra.
A su vez, aseguró que presentará un proyecto para la creación de un fondo anticíclico con el objetivo de evitar despidos y suspensiones para aquellos momentos en que haya caídas en la actividad petrolera.
Paro en un pozo de Vaca Muerta
En paralelo, un conflicto desencadenado en el área Cruz de Lorena (Cuenca Neuquina) en la que opera Shell a partir de la operación en un pozo, llevó a que el Ministerio de Trabajo dictase la conciliación obligatoria debido al freno de la actividad en ese sitio.
El sindicato sostiene que los operarios de la proveedora de arenas de fractura Cristamine no se encuentran encuadrados en el gremio, mientras que desde la firma sostienen que esos trabajadores operan bajo el ala del gremio de mineros.
Por lo pronto, el cese de actividades en el yacimiento rige desde el lunes y eso llevó a que Shell perdiera USD 250.000 por cada jornada.
