Los productores le han hecho una propuesta a Darío Martínez para incrementar la producción y sustituir el gasoil importado que, por el contexto de la guerra en Europa, es muy difícil de conseguir.
La falta de gasoil en las estaciones de servicio del interior del país ha sido una constante en los últimos días que amenaza con extenderse al AMBA si el gobierno no toma ninguna decisión para atenuar los efectos de la guerra en Ucrania.
En ese sentido, los productores de biodiésel le han presentado una propuesta al secretario Darío Martínez para incrementar los cortes de mezcla en el surtidor y sustituir el gasoil importado, tan difícil de conseguir en estos tiempos de crisis energética mundial.
“El Estado no tiene el dinero para importar los combustibles que hacen falta para la generación eléctrica de este año. Se puede sustituir GNL por gasoil -que increíblemente hoy es más barato- pero se desplaza oferta de gasoil del transporte. Ahí está la posibilidad del biodiesel. El primer paso sería volver al corte del 10% y luego subirlo por arriba del 15%. Sería un renacer para el biodiesel si el gobierno lo asume como una alternativa. Recordemos que las empresas del biodiesel vienen muy golpeadas”, explicó a EOL Claudio Molina, Director Ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno.
En tanto el referente de la Liga Bioenergética y presidente de la Cámara Santafecina de Energías Renovables, Juan Facciano, reveló a este medio que le han hecho la propuesta formal al gobierno, pero aún no han tenido respuesta. “Tranquilamente podemos volcar al mercado interno un millón de toneladas de acá a fin de año. Antes era biodiesel o gasoil importado, ahora es biodiesel o nada”, agregó.
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Si bien las principales refinadoras del país emitieron un comunicado este martes garantizando el “normal abastecimiento de gasoil para la cosecha en el canal mayorista”, las mismas reconocen que un estrés anormal en el mercado producto de múltiples variables exógenas y endógenas.
“Primero, hay muy poco gasoil disponible en el mundo y hay grandes problemas logísticos para traerlo. Segundo, el poco gasoil que se consigue está muy caro. Y finalmente, hay un corrimiento de la demanda de los canales mayoristas a los canales minoristas, lo que está produciendo un quiebre en las estaciones de servicio. Eso significa que el tipo que tenía una flota de 10 camiones ahora buscar comprar combustible en estaciones de servicio que no están preparadas para semejante demanda”, explican a EOL desde una de las refinadoras más importantes del país.
De hecho, los datos muestran una caída en los volúmenes de venta en el canal mayorista del 2,5%, donde el precio del gasoil es hasta un 20% más caro. Por eso, en el marco del inicio de la cosecha de maíz y soja, muchos productores agropecuarios buscan abastecerse en el canal minorista especulando con un posible ajuste en el surtidor durante los primeros días de abril.
Es por eso que las petroleras empezaron a otorgar cupos de entrega a su red de estaciones. “Hoy estamos operando con sistema de cupo, podemos vender 15 litros de gasoil por cliente”, alertó el presidente de Cecha, Gabriel Bornoroni, quien pidió una convocatoria “urgente” del gobierno “con todos los actores del sector para buscar soluciones”.
Bornoroni habla de un atraso en los precios del surtidor del 32% que obliga a las petroleras a importar a valor internacional para luego tener que vender el combustible a un precio mucho menor que les genera una pérdida enorme y lógicamente desincentiva las compras.
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A pesar del fuerte salto en la producción petrolera, Argentina todavía importa alrededor del 30% del gasoil que consume lo que, en un escenario internacional tan volátil, la deja sumamente expuesta a los coletazos de esta crisis.
La situación se agrava por un nivel de demanda doméstica récord -que ya superó los volúmenes prepandémicos en más de un 10%- y un faltante de biodiesel por el congelamiento de precios que lleva a los productores a vender aceite de soja para el mercado de exportación.
Tal como anticipó EOL, ni bien comenzó la invasión rusa a Ucrania y se dispararon los commodities que se usan como insumo base de los biocombustibles, los productores advirtieron al gobierno que si no actualizaba rápidamente los precios se iba a generar una ruptura en el mercado doméstico.
El marco legal exige una actualización de precios cada tres meses, por lo que en abril entraría a regir el nuevo cuadro tarifario. En el sector sostienen que para volver a tener rentabilidad necesitan un aumento de al menos un 15%, aunque en el pico del alza del aceite de soja, la brecha superó al 25%. “Hay capacidad instalada para producir y abastecer estas necesidades sustituyendo el gasoil que se derive a generación eléctrica, ya que en este momento increíblemente es más barato que el GNL. Hoy el corte efectivo es del 4% y la capacidad ociosa es enorme. Al mismo tiempo, los exportadores no participan del negocio local”, subraya Molina.
