Los médicos autoconvocados continúan con las protestas y anunciaron nuevas marchas para esta semana. Las consecuencias en el suministro de gas.
¿Cómo es que la actividad más lucrativa de una provincia pueda estar paralizada durante dos semanas y no haya señales de un acuerdo hacia adelante? La incógnita ya traspasó las fronteras de Neuquén y se instaló con fuerza en las oficinas de funcionarios y empresarios energéticos de Buenos Aires que miran con preocupación la delicada tarea de suministrar gas ante la inminente llegada del frío otoñal.
Es que, lejos de acercarse a una solución, la protesta de los médicos en Neuquén por mejoras salariales está más firme y radicalizada que nunca, mientras que el gobierno de Omar Gutiérrez mantiene la misma postura intransigente de negarse a negociar con actores que no tienen representación gremial y bajo un contexto de “extorsión”.
Hasta el momento, el único diálogo se formuló en el marco de la mesa de mediación penal convocada por el Fiscal General José Gerez, donde la provincia llegó a ofrecer un bono de 40 mil pesos que fue rechazado por los “autoconvocados”.
Sin embargo, ante la ausencia de una contrapropuesta, los médicos decidieron abandonar dicha instancia de diálogo y reforzaron las protestas con el anuncio de dos importantes marchas para este fin de semana.
“Estamos en momento definitorio y no vamos a dar marcha atrás. El jueves convocamos a una nueva marcha de antorchas. Y convocamos a toda la comunidad porque si la huelga gana, el resto de las luchas sindicales de la provincia están en mejor posición para también ganar”, señaló a EOL el delegado Javier Lombardo.
Tal como blanquean los médicos, se trata de un conflicto bisagra que determinará el resto de las paritarias provinciales, motivo por el cual desde las filas de Gutiérrez se resisten a otorgar los aumentos solicitados.
Al mismo tiempo, los manifestantes se encontraron con un apoyo masivo en la sociedad neuquina que nadie esperaba y que les otorga una mayor fortaleza para insistir con sus reclamos. Tal es así, que bloques legislativos tan antagónicos como los del Frente de Todos y Juntos por el Cambio se unieron para sacar un comunicado conjunto en apoyo a la creación de un Fondo para atender las necesidades de los trabajadores de la salud.
El temor del desabastecimiento
Como reconoció el secretario de Energía, Darío Martínez, en la Rosada esperan un “invierno muy duro”. Pero ante cada día que pasa sin lograrse un acuerdo y con la producción paralizada, esas proyecciones alcanzan escenarios alarmantes.
[Martínez reconoció que puede llegar a faltar gas en invierno por los piquetes en Vaca Muerta]
Si bien el abastecimiento de combustibles no corre peligro gracias a la producción de otras cuencas y refinerías que tienen margen para aumentar su utilización de capacidad instalada en un contexto de bajo consumo de naftas por la crisis económica y las restricciones a la circulación, no ocurre lo mismo con el gas natural.
El bloqueo barrió por completo las metas pautadas en el Plan Gas, que incluso si se cumplían a la perfección, no iban a poder evitar el regreso del buque regasificador de Bahía Blanca para importar GNL.
Con este nuevo panorama, no solamente la compra de este fluido se incrementará hasta el máximo que permita la capacidad de los buques, sino que ya se descuenta que se tendrá que interrumpir el suministro a determinadas industrias y usinas termoeléctricas que van a tener que abastecerse de combustibles más costosos para generar electricidad.
“Hoy no estás haciendo un solo pozo de gas. Tenes una pérdida importante de producción que se estima en dos millones de metros cúbicos día y el mayor problema vendrá a futuro. Hay una demora en el plan original que no se va a poder regularizar”, advirtieron a este medio desde una de las petroleras más importantes, donde cuestionan la “pasividad” de la provincia.
