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Los desafíos energéticos que enfrentará Argentina en 2021

Tarifas, subsidios a la generación, abastecimiento y posibilidad de exportación de crudo son algunos de los elementos cruciales que tendrá que atender la política energética local.

Con el rebrote del COVID-19 en varios rincones del planeta, la incertidumbre sobre la que se esconde el 2021 es cada vez mayor. A pesar de que la llegada de una vacuna contra el virus parece cada vez más cercana para la Argentina, la falta de certezas de cara al próximo año es lo que prima y el sector energético no está exento a las incógnitas.

Desde el Gobierno aseguran que el Plan Gas no sólo busca la reactivación de la actividad gasífera luego de meses que registraron una merma histórica, sino que también pone sobre la mesa un mapa de seguridad jurídica –de “reglas claras”, como suele repetir el oficialismo– para propiciar el desarrollo de inversiones. Por el lado del crudo, la nueva Ley de Hidrocarburos pretende algo similar y ofrecer un escenario favorable para la exportación. Sin embargo, analistas del sector entienden que aún son varias las cuestiones por definir en materia energética, y la inquietud sigue vigente: ¿qué ocurrirá en materia de inversiones y tarifas en 2021?

“Hay visiones contrapuestas dentro del Gobierno, lo cual no es necesariamente malo. Lo que sí es malo es que eso no se resuelva con el tiempo. Hay un nivel de incertidumbre adicional. Ingresando al 2021, la incertidumbre se potencia con las idas y vueltas que hay con la cuestión tarifaria, en la que un mayor impacta se ve sobre la sociedad”, dice Julián Rojo, economista y referente del Instituto Mosconi.

La incógnita de las tarifas

Días atrás, por decreto, el Ejecutivo dispuso que se extenderá el congelamiento de tarifas de luz y gas hasta dentro 90 días. Respecto a esta medida, Rojo señala que “\solamente han extendido la intervención de los entes reguladores, no han hecho las Revisiones Tarifarias Integrales y no han publicado las audiencias que se pidieron al inicio de la gestión. Tienen 90 días más de congelamiento, dos años para hacer las RTI y mientras tanto pueden hacer adecuaciones transitorias de las tarifas”.

Raúl Bertero, presidente del CEARE, considera que “lo que hay que hacer es trabajar lo máximo que se pueda con la focalización de la tarifa social, de modo que el que realmente no puede pagar, no pague; que el que puede pagar algo, pague algo, y que el que puede pagar mucho, pague el costo real. Eso hace a la necesidad de tener un equilibrio económico”.

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Frente a este escenario de incertidumbre en las tarifas, se pregunta “¿qué pasa si los entes reguladores vuelven a no hacer las RTI en esos dos años?”. A título personal, considera que “hay una intención de discrecionalizar todo lo que se pueda la política tarifaria”. Y agrega que “lo más probable es que haya un aumento, porque es insostenible el nivel de tarifas en términos fiscales, pero sobre todo respecto a los ingresos de las distribuidoras, que están muy golpeadas financieramente”.

El esquema de tarifas que estudia el Gobierno cuenta con la complejidad de que pretende lograr un equilibrio entre el aumento de tarifas, el aumento de los subsidios brindados a la generación energética en caso de no ajustarlas y la mirada de reojo del FMI, que si hay algo que no contempla dentro del plan macroeconómico de la Argentina es la de un incremento en los subsidios.

Por su parte, Bertero entiende que lo lógico sería hacer “un aumento moderado de tarifas para que no se atrasen demasiado respecto de los valores reales”. Si esto no se da, “el Estado va a tener un déficit muy grande, porque se comprometió a pagar la diferencia entre el precio que paguen los usuarios de gas y el precio que reciban los productores”.

“Cómo las tarifas no pueden aumentar tanto, los subsidios van aumentar. Los ingresos de las personas están destruidos, hay poco más de dos millones de personas desempleadas, casi 20 millones de personas bajo la línea de la pobreza. La industria no está en buenas condiciones para soportar un aumento muy por encima de la inflación”, subraya el economista del Instituto Mosconi.

Sumado a esta disyuntiva, en 2021 hay elecciones de medio término y son claras las razones para presagiar que el Gobierno hará todo lo posible para que las tarifas no sean un tema que se cuele dentro de las urnas.  

De cualquier modo, el presidente del CEARE enfatiza que el problema tarifario no puede ser abordado como una problemática aislada del resto de la economía: “No se puede analizar solo el problema tarifario en sí mismo, porque en ese caso uno concluiría que lo mejor es que las tarifas sean muy bajas y todo el mundo esté contento. Pero eso termina afectando a otros aspectos de la economía. Hay que tener una mirada integral”.

¿Qué se espera del Plan Gas?

En vínculo con los subsidios, Rojo señala que “el precio que lanzó el Plan Gas aumenta en un 30% en dólares el precio al cual compran el gas las usinas. Y eso se va a ver reflejado en los costos de generación. El 60% de la generación eléctrica es a base de gas. Si esto se ve reflejado en los costos, aumenta la brecha entre el precio que paga la demanda y el costo de la generación, lo que es más aumento de subsidios”.

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Con otro matiz, Bertero rescata que el “paso adelante” que logró el Plan Gas, con vistas al 2021, es básicamente el hecho de haber logrado un acuerdo. “Eso me parece positivo. Pero todavía tiene muchas cosas por perfeccionar. Me parece que no está resuelto el abastecimiento invernal”.

Él remarca que lo más importante es que los productores “puedan hacer sus proyecciones basadas del mismo modo que lo hacen los productores de todo el mundo, no dependiendo de un gobierno que le cumpla una ley o no. Depender de eso lo hace inestable”.

Petróleo 2021    

“Soy optimista en cuanto a la ciencia”, dice Raúl Bertero. Considera que la vacuna tendrá éxito a nivel mundial y que, en cuanto a la demanda de crudo, “a mitad de año va a haber una recuperación muy fuerte y también se va a recuperar algo de los precios”.

Tanto Rojo como Bertero señalan que existe una posibilidad de exportación de petróleo para la Argentina en 2021 y parece haber otra mirada en comparación el panorama que enfrenta el gas. De cualquier modo, el del Instituto Mosconi aclara que pone “un manto de duda sobre el dinamismo estable del año que viene”. Y agrega, a partir de lo analizado en un informe de la reserva federal de Dallas, que “el break even del barril está en los USD 50. Entonces si Estados Unidos, que es el país que tiene la menor tasa de interés para financiar proyectos, que además tiene una tecnología extraordinaria, para los nuevos pozos el break even puede llegar los USD 50, qué queda para Argentina”.

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Por otra parte, el ingeniero Bertero dice que la recuperación de los valores internacionales a la que hace referencia la ve “en China, que está creciendo mucho más de lo previsto y probablemente eso ocurra en todo el mundo. La sensación que tengo es que los precios van a mejorar y Argentina va a tener un espacio para exportar petróleo”.

De cualquier modo, recae en que “lo que tiene que hacer Argentina es bajar sus costos internos. Ahí el Estado ganaría mucho, en vez de subsidiar la producción”. Para él, hay que mejorar la infraestructura, de modo que “Argentina tenga costos más económicos, es decir, mejorar la condición de los caminos, las vías férreas y el abastecimiento de arena”. “Todo lo que hace al costo productivo –explica– tiene mucho que ver con las condiciones de infraestructura. El Estado argentino puede colaborar mucho en eso y, además, brindando trabajo local”.